La mediación es un proceso que nos permite descubrir y resolver situaciones problemáticas muchas veces enquistadas que ocurren en distintos ámbitos tanto familares y educativos como laborales o comunitarios.
Nosotros trabajamos siempre en comediación porque somos un equipo interdisciplinar y consideramos que es un factor que ayuda y enriquece a la mediación, sobre todo porque nos permite tener una visión mas global, más plural y menos sesgada y como dice el refrán “cuatro ojos ven mejor que dos”. Lo importante para nosotros es tener buena sintonía y el mismo interés por que mejoren las cosas, trabajar de manera “sinfónica” como nos gusta decir.
Nos encontramos a veces con situaciones que requieren creatividad y sentido común y nos quejamos de no tener ese ramillete de técnicas que nos ilumine y al que podamos recurrir.
Sin embargo existen muchas técnicas que aplicamos a la hora de mediar de forma espóntanea y es la situacion concreta quien provoca su uso, quizás sea la hora de ponerle el nombre.
Hoy vamos hablar de la “resistencia”, de las familias resistentes al cambio, es un termino muy terapeútico pero es que la mediación también lo es en gran medida, para ello vamos a recomendar un libro, un clásico de la terapia familiar sistémica, ” Pescando Barracudas” de Joel S. Bergman
“El pescador necesita maestría para capturar al pez y prudencia para evitar sus dentelladas; análogas cualidades se requieren en el mediador, que debe comprender a estas familias y lograr que cambien y, al mismo tiempo, sortear los peligros que supone trabajar con ellas.”