En un caso real, nos encontramos con María, que tenía la custodia de su hija adolescente la cual estaba teniendo problemas en el instituto. A pesar de que tenía la custodia de su hija esta se había ido a vivir con su padre, Antonio.
Las posiciones de ambos eran muy dispares, María era una mujer muy convencional con profundas raíces religiosas y que no reconocía a su expareja, Antonio, como un buen padre para su hija. Le atribuía que debido a su mala influencia sobre su hija ésta la hubiese abandonado y estaba propiciando las conductas de ésta y su fracaso en el instituto.
Antonio atribuía María que no se podía hablar con ella debido a su mal carácter a que era muy controladora, además estaba demasiado influida por su familia.
Realizamos sesiones conjuntas e individuales para detectar cuales eran los interés y y pudimos comprobar que: a) Intereses Individuales: Los intereses de María eran sobre todo de reconocimiento, recuperar la autoestima, superación del dolor por la pérdida para poder rehacer su vida, Antonio quería conseguir independencia, su propia felicidad; b) los intereses compartidos (manifiestos y manifestados eran: a) recuperar la comunicación uno con otro para poder tomar decisiones conjuntas respecto de su hija y sobre todo la felicidad y el bienestar de ésta a fin poder darle la mejor la educación.
Cuando trabajamos sobre los intereses conseguimos que se facilitara la comunicación entre los padres, eso sí, exclusivamente en relación con la hija. Gracias a la mediación se consiguió que el comportamiento de la hija cambiara y superara el curso. Ahora la hija es una magnifica estudiante.
Fernando L. Camisón/María del Mar Carrillo