Cuando nos llega un caso en mediación, sobre todo en la mediación familiar con hijos, tendemos como mediadores a intentar conseguir que las partes lleguen a un acuerdo total sobre las futuras relaciones de estos padres respecto de sus hijos: su forma de relacionarse con ellos (patria potestad y custodia); las consecuencias económicas de la separación (pensiones alimenticias y compensatorias); la división de sus patrimonios (reparto del uso de los bienes comunes).
Sin embargo, no podemos olvidar que durante la mediación es importante ir llegando a acuerdos parciales con los mediados. Según nuestra experiencia, para la mayoría de ellos les preocupa de una forma primordial saber cómo se van a relacionar en el futuro con sus hijos. Una vez que llegan a un acuerdo en su forma de relacionarse con ellos y lo plasman por escrito, en casi todas las ocasiones, les produce sensaciones y sentimientos de tranquilidad, y seguridad porque, en cierto modo, han conseguido su objetivo principal.
Desbloquear esta situación, facilita los acuerdos posteriores y afrontar el resto de los conflictos pues durante todo este proceso han tenido que comunicarse, entender las razones de uno y otro, limar sus diferencias (equilibrios de poder) y tomar conciencia de que pueden afrontar el los demás problemas desde una perspectiva de cooperación y no desde el enfrentamiento.
F.L.Camisón